Rob Machado, el maestro zen de la Nueva Escuela
Se quedó varias veces a las puertas del título mundial. Pero jamás le hizo falta una corona para convertirse en un icono del surf. Su inusual elegancia, su estilo fluido y limpio, su manera instintiva de leer los tubos, su talento para canalizar un enfoque del pasado y hacerlo relevante y radical en el presente… son pura inspiración. Hablamos de Rob Machado, el maestro zen de la New School.
POR GUILLERMO GATSBY
Sólo he visto a Machado, en vivo y en directo, una vez, y no en el agua. Fue en San Sebastián, hace ya nueve, ¿diez años? Fue en la playa de La Zurriola. Si cierro los ojos aún puedo verle. El tipo parecía recién salido de los años setenta, un verdadero hippy de Woodstock. La nariz egipcia, el pelo afro, la perilla perfectamente esculpida, los ojos de una claridad profunda…
Llovía. Y Machado no parecía muy dispuesto a ponerse el neopreno y entrar en comunión con las olas. Recuerdo que estaba sentado en un taburete, bajo una carpa, con abrigo y vaqueros. Y también que observaba, muy atento, a los niños que estaban en el agua, en compañía de Pat O´Conell, otro surfista estelar de la Momentum Generation.
Todo era parte de un evento organizado por Hurley, que había decidido invertir los papeles por un día: los niños hacían las mangas y las estrellas evaluaban y después ayudaban a los peques a perfeccionar sus movimientos. Estoy seguro de que, aquella noche, ninguno de los chavales que participó en la cita pudo conciliar el sueño. Me imagino a su edad: el corazón latiéndome con fuerza hasta el amanecer por la adrenalina acumulada en la playa. Estoy seguro también de que la mayoría de ellos compartían el mismo sueño: llegar a ser profesional, competir con los mejores del mundo en las mejores olas del mundo, ganar en Pipeline…
El horizonte anhelado, en fin, por todo chaval que se aficiona al surf y empieza a darle fuerte a las olas; el sueño que Rob Machado había tenido de niño y había apurado desde la adolescencia hasta llegar al desencanto. Pero con un matiz. Para Machado el surf siempre fue algo más que un deporte de competición; fue un modo de vida, una especie de filosofía, un camino espiritual. Como él mismo explicó aquel día:
“Esto no es como el tenis, que todo el mundo puede, aunque no juegue, entenderlo. Hay una pista y hay que pasar la pelota por encima de la red. El surf es el contacto con la naturaleza, con aquello que la madre Tierra nos ha dado”.
Aquellos maravillosos años
Creo que esas palabras plasman de un solo trazo la actitud de Rob Machado ante el surf. El maestro zen de la New School nació hace ya 47 años y se subió a una ola por primera vez a la edad de cuatro o cinco. “Recuerdo que planeé sobre el agua apenas unos segundos”. Suficiente para entender que su razón vital, desde ese preciso momento, sería cabalgar olas como quien cabalga un caballo salvaje.
Rob Machado: “A veces alucino con lo afortunado que soy. Levantarme cada día e ir surfear. Viajar y vivir lo que vivo. Realmente, me siento bendecido”.
Scott Fitzgerald escribió: “el mundo me ha hechizado”. Machado podría decir algo parecido, pero respecto al mar; un mar que ahondó en su alma y se apoderó de ella. “Mi padre y mi tío crecieron surfeando en South Bay con Ricky Grigg (según Surfer Magazine, el mejor surfista del año 1967) . Y en mi caso, bueno, creo que nunca he tenido capacidad de elección cuando se trataba de surf.”
Como Slater, su gran némesis, Machado empezó a ganar campeonatos siendo un mocoso. Viajó de ola en ola siendo un adolescente. Y en 1993 logró entrar el Tour. Para entonces Taylor Steele ya había rodado la película Momentum (1992) y anunciado al mundo la revolución que se avecinaba, una revolución que cambiaría el surf para siempre y que tiene nombres propios: Kelly Slater, Taylor Knox, Ross Williams, Shane Dorian, Kalani Robb… Y por supuesto, Rob Machado.
Rob Machado y la Momentum Generation
Machado quedó el octavo en su año de novato y se mantuvo en la cima de la élite mundial durante más de una década. Fue la década prodigiosa de la Momentum Generation, una generación de surfistas que llevó nuestro deporte favorito a un nivel de radicalidad nunca antes visto. Fueron ellos quien abrieron completamente el surf por encima de la ola; los primeros en incorporar los aéreos como maniobra funcional en su repertorio competitivo. Fueron ellos, también, quienes cambiaron de paradigma en Pipeline y quienes dieron un nuevo enfoque al Santo Grial del surf, el tubo.
Todos eran amigos. Todos habían madurado jugando en las mismas pruebas. Benji Weatherley, uno de ellos, lo recordaba no hace mucho en Surfer Magazine, hablando de su amistad con Machado, del talento natural de éste y su ascenso al Olimpo del surf:
“Estaba en Cabo para el concurso que Herbie Fletcher solía celebrar allí. Me presenté en el evento, revisé el tablero y ésta era mi manga: Kelly Slater, Rob Machado, Taylor Knox, Kaipo Jaquias y Shane Beschen. Yo sólo tenía 14 años, Rob tenía 16 y el resto de los chicos unos 18. Así que remamos y a Rob le picó una medusa. Terminó sexto. Yo quinto. Y los otros chicos, bueno, nos echaron humo… Y esa fue la única vez que gané a Rob Machado en una manga. Y, básicamente, una medusa lo hizo por mí”.
Kelly Slater y Rob Machado se juegan el título en Pipeline
Y claro, los noventa fueron los años del primer reinado de Kelly Slater. El de Florida superó a todos sus compañeros de la Momentum Generation. Cinco títulos consecutivos. Sólo Machado le plantó cara en serio. Y si no logró la corona fue porque le faltaba lo que a Slater siempre le ha sobrado: espíritu depredador.
Rob Machado: “No compito con otro, salgo a surfear la ola. A disfrutar ese momento íntimo que te regala el mar. Soy yo, la tabla y la ola”.
¿Quién no recuerda el Pipeline Masters de 1995? Slater y Machado se jugaban el título en la semifinal. Fue un duelo de titanes en un escenario digno de los dioses. Las condiciones eran ideales y la gran rompiente de la North Shore estuvo a la altura de su leyenda. Olas perfectas. Tensión máxima. Kelly Slater recuerda aquel momento con estas palabras:
“Fue como una pelea a bofetadas con tu mejor amigo, pero por el campeonato del mundo de los pesos pesados”.
Sí, fue como una de esas peleas que tanto abundan en las viejas películas del cine mudo. Ambos estuvieron estelares. La igualdad era máxima. Y entonces, con el tiempo al límite y el resultado aún pendiente de un hilo, Slater se marca una ola de escándalo. Y Machado, en vez de salir por delante para cabalgar la siguiente ola rumbo a la victoria, decide ir hacia Kelly a chocarle la mano, perdiendo la prioridad, la semifinal y el título mundial.
“Echando la vista atrás, no cambiaría lo que hice”, confiesa Machado en Momentum Generation, la película de Jeff y Michael Zimbalist que profundiza en el complejo equilibrio entre amistad y competitividad de aquella extraordinaria generación de surfistas. Y añade: “Sunny García me dijo que debería haberle pasado por delante en vez de chocarle la mano. Pero ese no sería yo realmente”
Cambio de rumbo: Machado deja el World Tour
Aquella semifinal de Pipeline fue el momento culminante de la carrera profesional de Rob Machado. Él mismo ha llegado a confesar que algo cambió para siempre ese día en la North Shore. “Creo que ya nunca fui tan competitivo como lo había sido hasta ese momento”.
Siguió en la gira, cierto. Y en el 2000 completó uno de sus mejores campeonatos, imponiéndose en Francia, Portugal, Pipeline, y quedando en tercer puesto. Pero en el 2001 se rompió una mano. Y al año siguiente, el agotamiento, una familia en ciernes y una más que dudosa decisión que le apartó del comodín de lesión, le empujaron a salir del Tour.
Fue un verdadero cambio de rumbo. Machado dejó de soñar con ganar competiciones y se lanzó a recuperar el mismo ideal que había perseguido, en los años setenta, uno de sus grandes ídolos, Gerry López: la soledad, la pureza, las olas perfectas que uno pillaba lejos de todo. El resto es más que historia, es leyenda.
Y es que, aunque no tenga los títulos de Kelly Slater, no hay duda de que Rob Machado también ha conquistado lo imposible. Ser un ídolo con más de cuarenta años en un deporte de élite para veinteañeros. Ser un mito, un icono, un gurú del surf.
Sus Tablas de Surf: Rob Machado Surfboards
Rob Machado ha querido seguir la senda de otros grandes surfistas como Mick Fanning o Kelly Slater. De esta forma, Rob firmó con Firewire el desarrollo y diseño de sus propias tablas de surf. Es el caso de la Go Fish Rob Machado y de la Firewire Moonbeam que entran dentro de la línea Rob Machado Surfboards de la marca californiana.
Rob Machado & Firewire Surfboards
Estos son los modelos de tablas de surf que ha sacado al mercado Rob Machado junto con la marca Firewire Surfboards:
Palmarés de Rob Machado como surfista profesional
- Tiene doce victorias en el WCT.
- Ha estado clasificado entre los diez mejores surfistas durante once años consecutivos.
- Entró en el Salón de la Fama de los Surfistas en el 2000 y se le reincorporó en el 2006.
- SIMAN Waterman del año 2011.
El lado humanitario de Rob Machado
Rob Machado siempre ha estado comprometido con el medio ambiente. Hasta tal punto que en 2004 creó la Fundación Rob Machado. La fundación tiene como misión educar y capacitar a los jóvenes para tomar decisiones sostenibles. Rob considera que los jóvenes son el futuro de nuestro planeta.
Programa de la fundación Rob Machado
Acciones llevadas a cabo por la fundación Rob Machado:
- Estaciones de agua: agua potable y gratuita para cada estudiante.
- Limpiezas de playas.
- Innovaciones de basura: cubos de basura cubiertos.
- Sistemas de reciclaje: contenedores de reciclaje duraderos.
Un día normal en la vida de Rob Machado
El vídeo que os dejamos, a continuación, es un poco viejo. Pero hemos querido rescatarlo porque en sus imágenes podemos ver un día normal en la vida del surfista australiano. Como siempre, los mejores vídeos de surf en Single Quiver. En cualquier caso, podéis seguir sus últimas novedades en la cuenta de Instagram de Rob Machado.
Los mejores vídeos de surf de Rob Machado
Y ahora sí, a disfrutar de su surfing con nuestra selección de los mejores vídeos de surf de Rob Machado . Os recomendamos que veáis The Drifter la película de Rob Machado, un entretenido documental sobre su vida, donde cuenta uno de sus viajes por Indonesia.
El otro día os preguntábamos en nuestro Facebook cómo definiríais a Rob Machado. Y estas fueron algunas de vuestras respuestas. El rey del flow; gurú del surf; el gran maestro; legendario; buena persona; auténtico y cercano; humilde en sus años de surfstart en el circuito profesional… En una palabra, un titán del surf.
Aquí os dejamos un buen vídeo de una de sus múltiples sesiones de freesurfing.
https://youtu.be/o0OMdThcWIU
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