
Bethany Hamilton, más que un ejemplo de superación

Banzai Pipeline y sus mejores surfistas

Los mejores surfistas de la ola de Nazaré

Garret Mcnamara, el surfista de olas grandes que conquistó Nazaré

John John Florence, el mejor surfista del mundo

Kelly Slater, el mundo en sus manos

Mark Richards, el amo de las olas
LEYENDAS DEL SURF: los mejores surfistas de la historia
Las olas son nuestro campo de juego, pero también la finalidad, la meta. El objeto de nuestros deseos y de nuestra adoración más profunda. Y al mismo tiempo, el escenario progresivo y siempre dinámico de nuestros ídolos: el espejo en que queremos vernos reflejados cuando nos zambullimos bajo las franjas de espuma y nadamos con todas nuestras fuerzas hasta llegar al pico.
Todos guardamos en la memoria las gestas de las celebridades que nos han fascinado con su surfing. Todos, incluidos aquellos que son hoy grandes iconos. Kelly Slater, por ejemplo, creció admirando el estilo de Tom Curren. Mark Richards idolatraba a Nat Young, el gran campeón australiano al que Matt Warshaw considera “el surfista más influyente de la historia”. Andy Irons supo que el surf era lo que más deseaba, mucho más que cualquier otra cosa en el mundo, viendo Black and White: la película que anunciaba la irrupción de quien más tarde sería su mayor adversario sobre las olas, Kelly Slater. Y John John Florence – por citar un último caso – pasó su niñez desafiando las rompientes de la North Shore y viendo desde las ramas de un árbol a los más grandes compitiendo en Pipeline.
Un deporte sin leyendas es como una tierra sin mitos, es el vacío. Por eso, en Single Quiver, hemos creado esta sección, en la que os vamos a ir contando las historias de nuestros iconos. Sus gestas. Sus momentos de gracia pura sobre la espuma. Sus días de gloria…
Por supuesto, aquí encontraréis a los depredadores de la WSL que hemos mencionado arriba. Pero también a jinetes de olas que han dejado una huella duradera en el surf sin haberse coronado campeones. La historia está llena de grandes surfistas que jamás conquistaron un título mundial: desde Phil Edwards en la década de los sesenta a Dane Reynolds en los últimos tiempos, pasando por Gerry López, el rey de Pipeline en los setenta.