Playas y calas para hacer Paddle Surf en Cabo de Gata
Playas salvajes, calas secretas, paisajes volcánicos, viejas atalayas para vigilar la costa, faros con vistas a los mejores atardeceres de Almería y todo el silencio y la soledad del mundo. Esto es lo que te aguarda en Cabo de Gata, un rincón perfecto para practicar Paddle Surf. Por Guillermo Gatsby
Cabo de Gata, la costa salvaje de Almería
Por los años cuarenta del siglo pasado, viendo Almería con los ojos de la memoria, el novelista británico y viajero incansable Aldoux Huxley escribió: “la luz es tu amante, tierra afortunada”. El autor de Un mundo feliz era un enamorado confeso del Cabo de Gata, un rincón de España que él y otros viajeros anglosajones de la época, como Gerald Brenan, vieron como un paraíso a salvo de la historia. Los tiempos han cambiado. Ya casi nadie lee a Huxley, y menos aún a Brenan. Pero en el imaginario popular ha quedado grabado el convencimiento de que el Cabo de Gata es una tierra de libertad. Desde luego, así lo pensaron los últimos hippies que se instalaron aquí, esa minoría desgajada de la inmensa mayoría que prefirió instalarse en La Alpujarra, la costa granadina o Ibiza. También lo pensaron así algunos productores y directores de Hollywood. ¿Quién ha visitado Carboneras y no ha creído ver la sombra del Lawrence de Arabia de David Lean? Algarrobico, a menos de 5 kilómetros de Carboneras, es la playa por la que pasea Peter O´Toole tras la épica toma de Aqaba? Y claro, ¿cómo olvidar a los inventores del spaghetti-western, que descubrieron en el desierto de Tabernas los exteriores ideales para sus películas de buenos, feos y malos?
La luz cambia en Cabo de Gata según la hora y el terreno. Y como la luz, el paisaje, un rincón de excepcional belleza en el que poder soñar con los ojos abiertos junto a un Mediterráneo salvaje.
Aquellos sueños son cosa del pasado, cierto. Pero todavía están ahí. Todavía puede visitarse el desierto de Tabernas y el inmenso plató conocido como Mini Hollywood, a unos 30 kilómetros de Almería. Y todavía está ahí la luz, que tan honda impresión causó en Huxley y que hizo exclamar al poeta José Ángel Valente: “el color no es color, es tan solo luz”.
El tesoro salvaje de Cabo de Gata
Y el mar, claro…. El mar, ¡el mar!, que diría Jenofonte: las aguas cristalinas del Mediterráneo, infestadas de piratas berberiscos hasta bien entrado el siglo XVIII y hoy perfectas para practicar el Paddle Surf. Y es que el Parque Natural del Cabo de Gata cuenta con un catálogo de playas y calas secretas donde lanzarse a practicar Paddle Surf en la más absoluta soledad. ¿Quién no ha oído hablar de la playa de los Genoveses? ¿Y de la playa de Mónsul? Por las arenas de esta última corrieron Sean Connery y Harrison Ford ahuyentando gaviotas en la mítica escena de Indiana Jones y la última cruzada. Cierto, aquí, para gozar, hay que pagar muchas veces un pequeño peaje en forma de caminata. Claro que el esfuerzo merece la pena. Así ocurre, por ejemplo, con la playa de los Muertos, muy cerca de Carboneras, abrazada por un majestuoso acantilado. El acceso es difícil, por sendas de tierra y piedra suelta con mucha inclinación, que hay que bajar y después, subir. Pero todo se olvida cuando llegas a la playa: un arenal salvaje que cautiva como sólo lo hacen los amores a primera vista, una de las playas más bellas del Mediterráneo. Y lo mismo puede decirse de la cala del Lance, a la que se llega desde los Genoveses después de casi una hora de caminata, por un sendero que bordea bellísimos acantilados.
Las mejores playas de Cabo de Gata para dar un paseo en Paddle Surf
Cualquier amante de este deporte acuático lo sabe. El Paddle Surf es sinónimo de libertad, silencio, aire marino en la cara… Todo eso lo puedes encontrar en dosis inimaginables en Cabo de Gata. Más que un pedazo de costa éste es un enclave volcánico y terrestre de excepcional belleza en el que poder soñar con los ojos abiertos. Las playas de Mónsul y de los Genoveses son, sin duda, las más emblemáticas del Parque Natural Marítimo-Terrestre de cabo de Gata-Níjar. Pero, como podéis sospechar, hay muchas más, cada una con su propia esencia. Playas aisladas, lejos de todo, como cala Chica o cala San Pedro. Playas de fácil acceso, como la de San José, hasta arriba de familias, Agua Amarga, cuyo nombre quizá provenga de lo agreste de su orilla, o la bellísima cala de la Media Luna. Y también lugares que resulta imposible olvidar, como la ya mencionada playa de los Muertos, el Arrecife de las Sirenas o el Playazo de Rodalquilar, cuatrocientos metros para pasear, bucear o iniciar una pequeña e inolvidable ruta de Paddle Surf.
Ruta Stand Up Paddle en Cabo de Gata: una manera diferente de disfrutar el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar
Nuestra propuesta exige un nivel medio de experiencia en SUP en mar abierto. La ruta empieza en la playa de la Fabriquilla, no muy lejos del célebre Faro de Cabo de Gata y termina en el pueblo de San José. Una travesía de tres o cuatro horas según las condiciones. Por el camino, el Faro de de Gata, el Arrecife de las Sirenas, Punta de Laja, Punta Negra, la Torre de la Vela Blanca, la playa de Mónsul, el Morrón de los Genoveses y la cala de los Amarillos. Por supuesto, mientras remas sentirás el canto de sirena de algunos de estos lugares. Nuestro consejo es ceder a alguno de ellos. Y por ejemplo, hacer un descanso en la playa de Mónsul, envuelta por viejísimas paredes de lava con formas fantásticas, como la icónica Peineta, la gran roca varada a la orilla del mar.
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Esta es nuestra recomendación de tabla de paddle surf para esta ruta:
¿Qué tabla de Paddle Surf utilizar?
Estos son los SUP hinchables que os recomendamos para esta ruta de Stand Up Paddle.
✓ RED PADDLE SPORT 11″
La tabla Red Paddle Co Sport 11’0″ está diseñada para gente con cierto nivel de experiencia. Ideal para los paddlers que desean dar un salto de rendimiento, con mayor deslizamiento y más velocidad. Depura tu técnica SUP y ve más rápido y más lejos de lo que creías posible.
▷ Qué ver en Cabo de Gata, ruta de ensueño por el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar
Dicen que el mayor tesoro del Parque Natural de Cabo de Gata está a la vista de todos, en la costa. Son las playas salvajes; las calas secretas; los bellísimos acantilados; las torres vigías y las fortificaciones que estuvieron destinadas a prevenir una invasión musulmana después de la expulsión de los moriscos; las aguas transparentes, que según la hora y la calidad de la luz pueden variar de un color verde cristal al misterioso azul violeta que Homero llamaba el “mar vinoso”; los encantadores pueblos de estirpe árabe como Mojácar o Carboneras… Es verdad. Pero el Cabo de Gata también encierra paisajes de interior de una belleza sublime. Me refiero al árido territorio almeriense de Níjar y Tabernas, ese desierto de película que los romanos llamaron Campus Spartarius: dunas y barrancos, resecas llanuras, pequeños oasis de palmeras, cerros calcinados y ríos eternamente muertos por donde aún yerran las sombras de Clint Eastwood o de Peter O´Toole y los mil quinientos jinetes que atravesaban el desierto arábigo en Lawrence de Arabia.
Sí, Cabo de Gata es playa, mar, Paddle Surf… Y al mismo tiempo desierto, miradores espectaculares al Mediterráneo, pueblos encantadores, recuerdos de cine, gastronomía. Estos son nuestra sugerencias para una ruta de ensueño por el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar.
Faro de Cabo de Gata
Es todo un clásico. Por desgracia, el faro en sí, construido sobre una becaria del siglo XVIII, no se puede visitar. Pero merece la pena subir hasta lo alto de su acantilado y contemplar el Arrecife de las Sirenas. El lugar se beneficia de uno de los mejores atardeceres de Almería.
Torre de la Vela Blanca
La mejor vista, sin embargo, se obtiene a tres kilómetros del Faro, en la Torre de la Vela Blanca: una vieja atalaya que domina las playas más bellas y vírgenes de España: Mónsul, Barronal, Genoveses…
Playa de Mónsul y playa de los Genoveses
Ya hemos hablado de ambas anteriormente. Historia y bellos paisajes sirven de fondo a dos de las últimas playas salvajes que resisten en el litoral mediterráneo.
Los Escullos
Pequeña población marinera junto a la playa de del Arco. Muy cerca se encuentra otro precioso rincón secreto, el Mirador de la Amatista.
Rodalquilar
Parece que los romanos explotaron ya las minas de Rodalquilar y que la plata y el oro tintinearon en distintas épocas. Pero en ningún tiempo como a finales del siglo XIX, cuando la fiebre del oro convirtió Rodalquilar en un lugar de hirviente actividad. Los filones se agotaron hacia 1966, fecha en que se cerraron las minas de oro y el antiguo pueblo minero quedó como puede verse ahora: una especie de pueblo fantasma del Oeste, un verdadero escenario de western, casas e instalaciones abandonadas y un valle de tierras rojas revitalizado gracias a las playas salvajes de su entorno.
El Playazo
A 3,5 kilómetros de Rodalquilar se encuentra el Playazo, una inmensa y hermosísimoa playa de aguas transparentes vigilada por una vieja batería del siglo XVIII.
Torre de los Lobos
Otro mirador excepcional al Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar. Se trata de una torre levantada en el siglo XVIII para vigilar la costa almeriense y prevenir los ataques de los piratas berberiscos. Hoy sirve de base al faro de la Polacra.
El Cortijo del Fraile
Cerca de las minas de Rodalquilar se encuentra el Cortijo del Fraile, escenario de westerns icónicos como El bueno, el feo y el malo y el lugar donde se desarrolló la tragedia que inspiró las Bodas de sangre de Federico García Lorca.
Níjar
Otra buena alternativa a la costa. Níjar es la ciudad de las tierras blancas, como en el siglo XIV la describió el viajero nazarí Ibn al Hatib. Aunque ha pasado mucho tiempo desde entonces, Níjar no puede ocultar hoy su pasado musulmán, presente en el intrincado laberinto de calles a las que se asoman unas casas encaladas hasta la saturación. Desde 2019 Níjar es una parada obligatoria de la red de Pueblos Mágicos de España.
Mesa Roldán
Un plan alternativo al Paddle Surf en la playa de los Muertos. Un sendero de menos de dos kilómetros llega desde la playa a la Mesa del Roldán y el faro colindante, entre Agua Amarga y Carboneras. Los seguidores de Juego de Tronos vivirán aquí un verdadero deja vu, ya que la torre vigía que se levanta al lado forma parte de Meereen, la ciudad de las pirámides.
Carboneras
Es una de las entradas al Parque Natural de Cabo de Gata. Un pueblo de pescadores, de casas blancas, levantado a la sombra del castillo de San Andrés. Además de la vieja fortaleza, construida en el siglo XVI por mandato del marqués del Carpio, hay que ver la Casa del Laberinto, diseñada por André Block en 1960 y que ha creado escuela en otros muchos lugares del Cabo de Gata.
Mojácar
Y llegamos a Mojácar, plato fuerte de esta ruta. Seguramente, es el pueblo más emblemático y conocido de la costa de Almería. De trazado musulmán, sus calles estrechas y sus casas encaladas atesoran toda la belleza de los pueblos blancos andaluces. Solicitado y concurrido destino turístico, Mojácar ha sabido conservar, sin embargo, su inolvidable encanto.
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