Película Momentum, el mejor documental de surf
Jeff y Michael Zimbalist (Los dos Escobar) cuentan en Momentum Generation la historia de la generación que cambió el surf para siempre. La película, que ahora puede verse en Movistar, es mucho más que un documental de surf; es un coro de testimonios, imágenes y recuerdos que , con las olas y el surf como telón de fondo, habla de la vida y de la muerte, del precio que estamos dispuestos a pagar por alcanzar nuestras metas y de la herida que el salto a la madurez deja en el alma; un film honesto y sincero que, a ráfagas y a rachas, recuerda ese inolvidable canto a la amistad que siempre fue El Gran Miércoles.
Por E. TORRICHELLI
Son los noventa, la New School, los tipos que llevaron el surf a un nivel de radicalidad nunca antes visto. Son la razón por la que muchos convertimos las olas en nuestro campo de juegos favorito. Son los pioneros del vuelo sin motor; los primeros en incorporar los aéreos y los reverse como maniobra funcional en su repertorio competitivo. Son el punk rock de las películas de Taylor Steele y el cambio de paradigma en Pipeline, los jinetes eléctricos que abrieron el surf por encima de la ola.
Son Kelly Slater, Rob Machado, Shane Dorian, Taylor Knox, Ross Williams, Kalani Robb, Pat O´Conell, Benji Weatherley. Son los protagonistas de Momentum Generation (2018), la película producida por Robert Redford para la HBO y dirigida por Jeff y Michael Zimbalist que, en estos días, puede verse en Movistar. Todos ellos hablan a tumba abierta ante la cámara y cuentan, por primera vez, su historia: la historia y la leyenda de unos muchachos que cambiaron el surf para siempre.
Aconsejaba con sabiduría el mítico personaje de Álvaro Mutis, Maqroll el Gaviero: “Guarda tus mejores recuerdos y si llegas a viejo, que te sirvan”. Y existen lugares, personas trascendentes en tu existencia, libros, películas… a los que siempre puedes regresar con gozo, sabiendo que la antigua comunicación volverá a ser inmediata aunque lleves mucho tiempo alejado de ellos. Los viejos vídeos de Taylor Steele, con Slater y sus amigos llamando a las puertas del cielo, constituyen, en mi caso, uno de esos recuerdos envueltos en paño de oro. Y en consecuencia, cuando la organización del Festival de Salinas Surf Music and Friends estrenó Momentum Generation en junio de 2019, me acerqué a Avilés con máxima expectación, deseando ver un retrato emocionante, complejo y veraz de unos deportistas cuyo surf envidio, máxime cuando a las riendas de la película estaban los autores de ese tremendo y devastador relato de fútbol y narcos que es el documental Los dos Escobar.
Rob Machado: “El proceso de las entrevistas fue muy intenso; intenso y emocional. La primera duró ocho horas. Lloré, reí, y luego nos fuimos todos juntos a cenar. Pero creo que cada uno de nosotros se fue a dormir la noche después de su entrevista pensando Mierda, ¿qué acabo de decir?”
Momentum Generation no me defraudó. La película me conmovió entonces, y lo ha vuelto a hacer hoy, cuando la he visto por segunda vez en Movistar. ¿La razón?, muy sencilla: Jeff y Michael Zimbalist conocen el mundo del que hablan, saben contar una buena historia y cuentan muy bien la historia de amistad y rivalidad de estos ídolos del surf, las zonas de luz conviviendo con las sombras.
Mucho más que surf
“Que la vida iba en serio / uno lo empieza a comprender más tarde / – como todos los jóvenes, yo vine / a llevarme la vida por delante”, decía el poeta Jaime Gil de Biedma. Y sus versos resuenan en mi cabeza mientras tecleo este artículo, ya que Momentum Generation es mucho más que un documental sobre un grupo de surfistas que marcaron a fuego toda una época; es una mirada incisiva y limpia al deporte de élite y al precio que hay que pagar para ser el mejor en lo que haces; una historia que habla de la vida y de la muerte, de la amistad, de lo que ocurre cuando las cosas que haces por amor se convierten en cosas que haces por dinero o en pos de la gloria, y de las heridas que la vida – que siempre va en serio – deja en el alma.
Sirviéndose de los archivos del cineasta Taylor Steele y de las entrevistas con Slater, Machado y el resto de los Momentum, Jeff y Michael Zimbalist trazan un viaje a través de treinta años que arranca y termina en la costa norte de Oahu. Hay surf, por supuesto, surf de muchos quilates. Las imágenes y los testimonios nos trasladan a los grandes santuarios de la tabla. Vemos actuaciones memorables en Pipeline. Vemos ese mítica final de 1995 entre Slater y Machado. Vemos a Shane Dorian cabalgando olas descomunales… La película muestra el surf superlativo de estos titanes de la New School, pero, mezclando las olas con la vida y la muerte, el éxito y el desengaño, los viajes, las fiestas y la devastación inconsolable que producen algunas pérdidas afectivas, cuenta, por encima de todo, la historia de una larga amistad.
“La idea de dar forma a Momentum Generation”, explicó después del estreno Michael Zimbalist, “surgió cuando Jeff y yo empezamos a dar vueltas a la posibilidad de crear un documental de surf que no estuviera basado únicamente en las imágenes o actuaciones de los surfistas sobre las olas, sino en la amistad que se crea a través del deporte. Ambos crecimos en los noventa, cuando estos muchachos empezaron a despuntar en la escena del surf. Conocíamos esa cultura y nos fascinó la idea de retratar la rivalidad y la camaradería en un mundo que celebra el éxito. Queríamos mostrar la importancia de la amistad y también qué es lo que perdura a lo largo del tiempo”.
La película consigue ese objetivo con creces, y también consigue implicarte -como espectador – hasta el tuétano en una historia que atrapa, te guste o no te guste el surf.
Kelly Slater: “Las entrevistas se convirtieron en una especie de terapia. Las cosas salían a la luz. Yo intentaba estar abierto en todo momento, pero había temas en los que estaba a la defensiva. Todavía no hemos aprendido todas las lecciones. No todo está claro. Y así es la vida. En eso estamos ahora”
Días de esplendor en la North Shore
Todos los protagonistas de Momentum – Kelly Slater, Rob Machado, Shane Dorian, Taylor Knox, Ross Williams, Kalani Robb, Pat O´Conell, Benji Weatherley… – compartían, desde niños, la adoración más profunda por el surf. Muchos de ellos – Machado es la única excepción – procedían de hogares rotos. “El surf era mi refugio”, confiesa Slater. “Mi punto de escape fue el surf”, recuerda Knox. Palabras que son como el eco de una experiencia común: el surf como escondite, como identidad, como punto de fuga…
Todos encontraron un hogar alternativo en la casa que la madre de Benji Weatherley alquiló en la coste norte de Oahu, a pie de playa y con vistas privilegiadas a Pipeline. “La casa de Benji”, cuenta Shane Dorian, “era un hogar amable, acogedor; allí nos sentíamos a salvo”. “Sin aquel grupo habría acabado en la cárcel. Me salvó la vida”, cuenta Kalani Robb.
La casa en Pipeline fue, en efecto, una especie de patria para todos y cada uno de ellos, la semilla de una hermandad, el hogar de una familia unida por un vínculo mucho más poderoso que el de la sangre; una familia cosida en torno a la ola más icónica y devastadora del planeta y a las irreverentes y salvajes películas de Taylor Steele que harían saltar el mundo del surf por los aires.
“Nos divertíamos, nos empujábamos unos a otros… Nunca pasó por nuestras cabezas que la gente quisiera ver las películas de surf que hacíamos”, recuerda Benji Weatherley. “Era como si tú y tus amigos hicierais videos caseros y luego se convirtieran en cintas de culto, con gente viéndolas en todo el mundo. Quiero decir que éramos unos chavales de 14 años surfeando olas de 3, 4 o 5 metros en Pipeline”.
Los vídeos de Steele anunciaron al mundo la revolución que se avecinaba, dieron a conocer a sus jóvenes y salvajes heraldos por todo el planeta surf y convirtieron sus momentos de euforia y peligro en los azulísimos vientres tubulares de Pipeline en un verdadero icono cultural de los noventa. Según Slater, fueron el altavoz y el pegamento del grupo.
Adiós a todo eso
La película retrata bien esos días de esplendor en la hierba y profundiza en historias no tan conocidas, como la influencia que tuvo en el grupo un tipo que te cae bien desde el principio: Todd Chesser, una especie de hermano mayor capaz de llevar a Slater y a los demás al límite, un surfista tan salvaje y temerario como duro y honesto, la brújula moral de la pandilla.
La muerte de Chesser en 1997, mientras surfeaba en Alligator Rock, marcaría, precisamente, el adiós a los tiempos felices de la hermandad forjada en Oahu. Las cosas habían empezado a cambiar ya unos años antes, cuando los muchachos irreverentes de los primeros vídeos de Steele derrocaron a la vieja guardia del surf profesional y pasaron a dominar las pruebas de la ASP World Tour. El éxito profesional introdujo un elemento extraño en el grupo: los patrocinadores, los agentes, la rivalidad, la presión por ganar … ¿Quién no recuerda el Pipeline Masters de 1995? Slater y Machado se jugaban el título en la semifinal. Fue un duelo de titanes en un escenario digno de los dioses. Las condiciones eran ideales y la gran rompiente de la North Shore estuvo a la altura de su leyenda. Olas perfectas. Tensión máxima. ¿Quién no guarda en la memoria aquel choque de manos que haría perder a Machado la prioridad, la semifinal y el título mundial?
Fue el fin de la inocencia, el fin de una era, según Steele, que recuerda cómo, a partir de la muerte de Chesser, todos se centraron en sus carreras personales. Slater, tan devastado como el resto por la desaparición de Todd, lo explica en pocas y claras palabras: “En algún momento maduras, dejas de ser un chaval y de ir a conciertos punk rock con tus amigos. La competición fue más importante para mí que la camaradería. Ganar era el combustible que me hacía seguir adelante. Me centré en la competición. Lo quería todo, quería ganar absolutamente todo”.
Mike Zimbalist: “Tuvimos la suerte de que todos estos tipos quisieran contar su historia de forma cruda y sin tapujos. Nuestro trabajo consistió en crear el espacio y el tiempo necesarios para profundizar en las entrevistas.
Matt Johnson también lo haría
Robert Redford lleva tiempo otorgando señas de identidad con su prestigio y su dinero a un cine interesado en contar buenas historias, un cine directo, humanista, honesto. Y aquí ha acertado de pleno, dando su apoyo a dos tipos sobrados de talento. Nadie antes había abordado el surf desde una perspectiva tan fresca y profunda a la vez. Momentum Generation transmite intensamente el significado de madurar sobre las olas, la herida que la rivalidad profesional deja en la amistad y los demonios que acorralan a los deportistas de elite cuando maduran. Todo suena a verdad, me lo creo, es verdad.
Todo tiene, además, algo de entrañable que remueve el alma, que te empuja a reconocerte en los iconos del surf que tienes delante, que te deja al borde de las lágrimas, como cuando Slater describe su derrumbamiento después de superar el récord de Mark Richards o Benji Weatherley cuenta ese momento de gracia pura sobre las olas ¿de Tavarua?, surfeando con la madre de Todd.
Taylor Knox: “Todos estábamos nerviosos porque no sabíamos cómo nos iba a retratar la película. Confiar realmente en esos tipos (Jeff y Michael Zimbalist) que conocíamos para hacer un documental como este fue un paso enorme. Así que, al final, fue un suspiro de alivio. No he llorado en mucho tiempo, pero lloré viendo esta película. Fue duro. Eso habla de lo mucho que estos chicos significan para mí”.
Y qué inmenso placer, que viaje en el túnel del tiempo, volver a ver una vez más esas viejas imágenes de Pipeline grabadas por Steele. Y no me olvido de esa reflexión que deja caer Taylor Knox hacia el final de la película y que, practiques o no practiques surf, hace que te mires en el espejo y busques una respuesta. “He visto”, dice Knox, “a tíos ganar y no inmutarse. Y otros tipos quedar terceros y celebrarlo como si hubieran quedado primeros. ¿Quién gana realmente? Para mí está claro. El que más se divierte.”
Estoy seguro que Matt Johnson, el personaje de El Gran Miércoles, daría la misma respuesta a esa pregunta. La referencia a la mítica película de John Milius no es gratuita, porque Momentum Generation también es una honda y melancólica celebración a la amistad, otra nota a pie de página a esos versos inolvidables de William Wordsworth. ¿Os acordáis? ¿No?…
Aunque nada pueda devolvernos
la hora del esplendor en la hierba
de la gloria en las flores,
no debemos afligirnos
porque la belleza subsiste siempre en el recuerdo.
Dónde ver Momentum Generation online
Momentum Película, puede verse en Movistar y de forma online está disponible en Apple TV por 8,99 euros.
Momentum Trailer
A continuación os dejamos el trailer oficial de Momentum Generation de HBO.
Si después de ver Momentum Generation, aún te has quedado con ganas de más te animamos a que eches un vistazo a las mejores películas de surf de la historia y a la cartelera de surf de Netflix. Y si lo vuestro son los documentales de surf echa un vistazo a los 3 mejores documentales de surf de HBO y al documental sobre la vida de Andy Irons disponible en Itunes y HBO Estados Unidos.
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