GUÍA PRÁCTICA PARA HACER PADDLE SURF EN DONOSTIA

Quien visita San Sebastián tiene en mente La Concha, los pintxos de la parte vieja, el Festival Internacional de Cine, el Peine de los VientosY si le da al surf, la playa de La Zurriola, con olas de calidad y muy constantes durante todo el año. Ciertamente, el  Paddle Surf no suele estar en el punto de mira de ningún viajero o turista que se acerca a la antigua capital de la Belle Epoque. Pero ¡atención!, la playa de La Concha y el río Urumea son dos lugares perfectos para desembalar tu tabla de Paddle y conseguir unas vistas únicas de San Sebastián.

Río Urumea Donostia

Río Urumea – Fotografía: Ane Ruiz de Alegria

Por GUILLERMO GATSBY

Decía Paul Morand que las ciudades pueden clasificarse en dos clases: las que te retienen el tiempo suficiente para ver sus monumentos y conocer su historia, y las que te cautivan para siempre. San Sebastián pertenece a estas últimas. Es un referente de los veraneos elegantes  y la primera pata del turismo en el País Vasco. Es  surf. Y también un buen destino para practicar Paddle Surf, con varias rutas, playeras y urbanas.

¿DÓNDE PUEDES HACER PADDLE SURF EN DONOSTIA?

¿Alguna vez has contemplado San Sebastián en soledad? ¿Y La Concha? ¿No? Entonces es porque nunca te has traído tu tabla de Paddle Surf. A continuación te hablamos de los mejores puntos para practicar Paddle Surf en la ciudad donostiarra.

Paddle Surf Donostia

Paddle Surf en la Concha – Fotografía: Alokayak

PADDLE SURF EN LA PLAYA DE LA CONCHA

Si La Zurriola es la playa surfera por excelencia de San Sebastián, La Concha es uno de los epicentros del Paddle Surf. Se trata de una de las playas urbanas más fascinantes de Europa y también de las más icónicas. La Concha se abre a la bahía homónima con un bello paisaje, rematado en sus extremos por dos montes: el Igueldo a la izquierda y el Urgull a la derecha. Enfrente, la isla de Santa Clara, en la Edad Media utilizada para albergar a los leprosos  y hoy un espléndido mirador verde desde el que se obtiene una encantadora panorámica de la ciudad.

La playa de La Concha no recibe mucho oleaje y eso la convierte en un punto perfecto para practicar Paddle Surf. Se puede salir desde la mismísima playa por los accesos correspondientes para embarcaciones o desde las escaleras del puerto. Nuestra propuesta es salir de la playa y remar hasta la isla de Santa Clara. En marea baja hay una mini playa y si la corriente no es muy fuerte podrás dar la vuelta a la isla. Hay que dejar un margen entre la isla y tu tabla de paddle, ya que hay bastantes rocas.

Bahía de la Concha Donostia

Bahía de la Concha y la isla de Santa Clara

En el voladizo de La Concha hay cabinas colectivas para poder cambiarte y dejar la ropa y cosas de valor. También tienen duchas para poder quitarte el salitre después de bañarte en el mar.

El precio por día de dichas cabinas es de:

  • 1,10€ con ducha.
  • 1,50€ con taquilla y ducha.

Su horario es de:

  • Junio-septiembre: de 9:00h. a 20:00h.
  • Julio-agosto: de 9:00h. a 20:30h.
  • Abril-mayo-octubre: de 10:00 a 18:00h.
  • Resto del año : de 10:00 a 17:00h.
Cabinas y duchas playa la concha

Cabinas y Duchas de la playa de la Concha  –  Fotografía: Diario Vasco

PADDLE SURF POR EL RÍO URUMEA A SU PASO POR SAN SEBASTIÁN

Una de las señas de identidad de San Sebastián es el río Urumea, que atraviesa la ciudad hasta desembocar en el mar Cantábrico y es perfecto para navegar con una taba de Paddle Surf. Remando por el Urumea conseguirás unas vistas únicas de otro de los grandes encantos turísticos de la ciudad: sus puentes. Fernando Savater, que dedica a éstos un capítulo completo en su guía de San Sebastián, escribe:

“Los puentes de Donosti  no pueden competir con la espectacularidad metálica del Golden Gate de San Francisco, ni con la reputación cinematográfica del puente de Waterloo en Londres, ni con la venerable eficacia de tantos puentes romanos como hay en España”. Es verdad. “Son puentes burgueses, urbanos, sin excesiva prosapia pero con graciosa dignidad”.

Paddle Surf en San Sebastián la Concha

Paddle Surf en la Concha

Nuestra ruta comienza en la Pasarela Mikel Laboa y termina en el puente de la Zurriola o del Kursaal. Por el camino otros cinco puentes y el panorama más a la francesa de la ciudad. ¿Preparado?:

Pasarela Mikel Laboa. Construida en 2009, une el barrio de Riberas y Loiola con el parque de Cristina Enea. En la orilla del parque hay una dársena ideal para inflar las tablas  de Paddle Surf e iniciar la ruta.

darsena pasarela mikel laboa

Dársena Pasarela Mikel Laboa

Puente de la Real Sociedad. Se inauguró en el año 2010, lo que lo convierte en el puente más nuevo. Se llama así por su proximidad al estadio de fútbol de Anoeta.

Puente Lehendakari Aguirre. Conocido como el “quinto puente”, conecta ambas orillas del río Urumea a la altura del hotel Amara Plaza. Su diseño es moderno y su nombre  es un homenaje al primer lehendakari, Jose Antonio Aguirre. En la orilla opuesta al hotel Amara hay una rampa perfecta para empezar o terminar la sesión de  Stand Up Paddle.

Puente Lehendakaria Aguirre Donostia

Puente Lehendakaria Aguirre  –  Fotografía: Ingzero

Puente de Mundaiz. Diseñado por el arquitecto José Antonio Fernández Ordóñez, fue el primero que se construyó sin pilares en el río. Forma parte de la postal del Urumea desde finales del pasado siglo y ha sido rehabilitado recientemente. Así que ¡podrás contemplarlo desde el agua en todo su esplendor!

Mundaiz Puente Donostia

Puente Mundaiz

El puente de María Cristina. Se inauguró a principios del siglo XX y une Amara y el Paseo de los Fueros. Si te gusta París este es tu puente. Los cuatro monumentos de casi veinte metros de altura que lo rematan por sus extremos son imitación de los del puente parisino de Alejandro III y los grupos escultóricos de sus cimas representan alegorías de la Paz y el Progreso. Y claro, después esta su entorno, también muy francés. Deslizándote con tu tabla de Paddle tendrás una visión memorable a los hermosos edificios y al  arbolado melancólico de los paseos de los Fueros y de Francia. Un pedacito de París para tí solo.

Puente de Maria Cristina Donostia

Puente de María Cristina

Puente de Santa Catalina. Es el puente más antiguo de San Sebastián. Prolonga la Avenida de la Libertad camino del barrio de Gros.

Puente de La Zurriola o del Kursaal. Con el Kursaal de fondo, el Victoria Eugenia y el hotel María Cristina, el puente de La Zurriola compone el conjunto arquitectónico más distinguido de San Sebastián.

Puente de la Zurriola Donostia

Puente de la Zurriola  –  Jose Manuel Vicente

Un consejo antes de iniciar la ruta: es recomendable prestar atención a las mareas y al nivel del mar. Si hay marea baja la corriente irá en dirección al  Kursaal. En cambio, si es alta será más fácil remar dirección al barrio de Loiola. Por otra parte, el nivel del mar es importante para que no tengas problemas con el fondo y las posibles rocas que te puedas encontrar.

Nuestro consejo es empezar a remar a contra corriente. Y esto por una razón muy simple. Al principio estamos descansados y con energía. Siempre es preferible que la vuelta sea más sencilla, es decir, que no es exige menos esfuerzo.

Nuestra recomendación de tablas para una ruta de paddle surf por Donosti

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¿Cómo llegar a San Sebastián?

Avión: los aeropuertos más cercanos son el aeropuerto de Bilbao y el de San Sebastián.

Autobús: si vienes desde el aeropuerto de San Sebastián, la compañía Lurraldebus tiene un servicio muy bueno. La línea de bus más rápida y directa para llegar es la E21. La parada más céntrica es la parada de la Plaza Gipuzkoa. Si vienes desde el aeropuerto de Bilbao la compañía Pesa ofrece servicios cada 30  minutos. El precio es de 17€. Lo recomendable es bajarse en la estación de autobuses de San Sebastián. Si quieres venir desde otra parte de España tendrás que mirar qué compañía viaja a San Sebastián. Las compañías que llegan a la Estación de autobuses son Alsa, Onibus, Le Basque Bondissant, Bilman Bus, La Estellesa, La Guipuzcoana, La Baztanesa, La Brurundesa, Pesa, Socibus, Vibasa, Flixbus e Iberocoach.

Coche: para aparcar el coche lo mejor es elegir  las afueras o  algún parking. El coste del parking oscila entre 20-25€ dependiendo las horas que lo dejes. A partir de 14 horas te cobran el máximo diario que son 25,65€. Todos los parkings (el del Boulevard, La Concha, San Martín y el Buen Pastor) tienen el mismo precio.

Plaza Gipuzkoa Donostia

Plaza Gipuzkoa

QUÉ VER EN DONOSTIA

No es fácil reflejar en pocas palabras todos los encantos de San Sebastián. Además, se ha escrito tanto sobre ella  que hay que hacer un esfuerzo titánico por distanciarse y volver a ver la ciudad como si fuera la primera vez, como si se la enseñaras a un hijo pequeño o a un marciano que aterrizara desde del parque de atracciones que hay en el monte Igueldo.

El primer consejo: para captar toda la belleza de San Sebastián  hay que visitar la ciudad tanto de día como de noche. Ambas visiones son complementarias e imprescindibles. Otra recomendación: pasear y pasear por la ciudad hasta caer agotados, y si el día se presenta lluvioso, con ese sirimiri que también forma parte de la imagen de San Sebastián, no es echéis atrás,  relajaos y apurad el placer de caminar por una ciudad – como dice Raúl Guerra Garrido –  paseable de este a oeste, dede la Paloma de la Paz de Néstor Basterrechea al Peine de los vientos de Chillida, pasando por la Construcción Vacía de Oteiza, sin necesidad de salvar más desnivel que los breves escalones del puerto.

Vistas Donostia desde el monte Igueldo

Vistas desde el monte Igueldo – Fotografía: Joan Espinosa

Monte Igueldo

Quizá un buen lugar para empezar la visita sea el monte Igueldo, al que se sube por un viejo funicular con vagones de añeja madera despintada, asegurados sucesivamente por el encargado del ingenio. Allí arriba, San Sebastián tiene un parque de atracciones anclado en el tiempo. Fue inaugurado por la reina regente María Cristina de Habsburgo Lorena, viuda de Alfonso XII, a comienzos del siglo XX y uno diría que no ha cambiado mucho desde entonces. Hay quien piensa que es un atraso; yo lo encuentro fascinante, un verdadero túnel del tiempo, con sus casetas de tiro al blanco, su Montaña Suiza, su  Río Misterioso, el Gran Laberinto, cuya inauguración Fernando Savater recuerda como uno de los acontecimientos de su infancia…

Funicular monte Igueldo Donostia

Funicular subiendo al monte Igueldo

Y claro, desde el monte Igueldo se tiene una de las panorámicas más memorables de la ciudad: el mar, la isla de santa Clara, la bahía, el emblemático paseo de la Concha, el monte Urgull con el Sagrado Corazón de Jesús en lo alto.

Peine de los Vientos

A los pies del monte Igueldo se encuentra la playa de Ondarreta, con sus casetas a rayas blancas y azules, los colores de la ciudad, y en el extremo occidental de esta playa, se alza uno de los iconos modernos de San Sebastián, el Peine de los Vientos, de Eduardo Chillida y Luis Peña Ganchegui.  Se trata de un monumento formado por varias terrazas de granito y tres piezas de acero que se adelantan hacia el horizonte, desafiándonos a ver el viento mientras la espuma de las olas nos azota la cara

peine de los vientos donostia 1

Peine de los Vientos – Fotografía: José Antonio larbide

Palacio de Miramar

Lo ordenó construir María Cristina y se alza sobre el promontorio del Pico del Loro, que separa las playas de Ondarreta y La Concha. San Sebastián fue la pasión más perdurable de la reina regente y este palacete de estilo inglés diseñado por el prestigioso arquitecto Selden  Wornum es, sin duda, el mayor recuerdo de ese amor. Vale la pena pasear por sus jardines: la vista es de las que nos se olvida.

Palacio de Miramar Donostia

Palacio de Miramar

La playa y el paseo de La Concha

Era la playa preferida de la reina María Cristina y detrás de ella llegó la vieja aristocracia.  César González Ruano dijo, en una ocasión, que era uno de los mejores lugares del mundo para pasear. Y se trata, sin duda, de la mayor aportación guipuzcoana al paisaje universal del turismo.  Nadie la ha descrito mejor que Fernando Savater en su impagable guía de la ciudad, publicada por la editorial Confluencias:

“El mayor acierto de La Concha es su tamaño: está hecha pase ser paseada, nadada, contemplada, disfrutada de todas las maneras posibles. Es chic y civilizada, pero el abrazo de sus montes y la nave central de la isla de Santa Clara ponen la nota campestre y el fondo del puerto y la Parte Vieja aportan raigambre popular. Resulta elegante, con su divinamente encajado Club Náutico en un extremo fingiendo ser el yate más perezoso de los mares y su palacio de Miramar, tan inglés, en el otro, pero no cursi. Tiene un poco de todo y además personalidad propia, reposada, algo presumida en los arrebolados atardeceres, fantástica y tersa en plata líquida de las madrugadas. Quien no la ha visto a todas horas y en todas las épocas del año, no puede decir realmente que la ha visto”.

Playa de la Concha Donostia

Playa de la Concha

Hoteles y cine

Los hoteles antiguos y distinguidos también se encuentran entre los monumentos más característicos  de San Sebastián. No hay que olvidar que esta ciudad vivió sus días de esplendor en la belle époque y que por aquí han pasado desde reyes y reinas a célebres  espías como Mata Hari y estrellas del viejo Hollywood como Bette Davis, Lauren Bacall o Robert Mitchum. Y tampoco puede ignorarse que su Festival Internacional de Cine conserva aún parte de aquel glamour.

Recuerdo una divertida anécdota que contaba Maruja Torres con motivo de la presencia de Robert Mitchum para recoger el premio a toda su carrera. Estamos en el año 1993 y dos señoras  de la buena sociedad donostiarra hablan sobre el homenajeado. “Es el más grande de los que ha venido”, dice una. “Mujer, tampoco exageres, que aquí hemos tenido a Gregory Peck”, replica la otra. “Sí”, contesta la primera con voz soñadora. “ Con ese yo me habría casado”. Y seguidamente, añade: “Pero con Mitchum, casa y todo con el otro, me habría fugado a la selva”.

Terraza Hotel María Cristina Donostia

Terraza del hotel María Cristina

Cinéfilo como soy, uno puedo dejar de aconsejar la terraza del Hotel María Cristina, mítico edificio de principios de siglo donde se alojan las estrellas que acuden al Festival Internacional de Cine. Aunque, claro, si he de elegir un hotel en la ciudad, me quedo con el Londres, vecino del ya desaparecido del lujoso  Continental Palace, donde se hospedaban Gary Cooper y Marlene Dietrich en Deseo, la deliciosa comedia de Frank Borzage.

Hotel LondresDonostia

Hotel Londres

De pintxos por el casco viejo de  San Sebastián

La playa y el paseo de La Concha se completan y complementan con los jardines de Alderdi-Eder, que conducen, por un lado, al muelle, con sus pequeñas embarcaciones y ese recuerdo de la belle époque que es el Club Náutico, y, por otro, al centro histórico, la parte vieja, un rectángulo perfecto delimitado por el puerto, el monte Urgull, la desembocadura del río Urumea y la avenida del Boulevard.

Calles estrechas y rectas, casas antiguas, balcones con geranios, pequeños comercios… eso es la diminuta parte vieja de San Sebastián. Y bares y restaurantes, claro, porque el viejo centro histórico de San Sebastián  atesora un mundo gastronómico de primerísimo nivel. Escribe, con razón, Fernando Savater:

“En la parte vieja, como corsaria de la vieja nueva cocina, se suceden inacabables variantes de pintxos, pintxos, no banderillas, pero las “Gildas” permanecen omnipresentes: guindillas verdes suavemente picantes, a poder ser de la isla de Santa Clara, ensartadas con anchoa y aceituna: homenaje a Rita Hayworth y a un Festival de Cine que ya se ha hecho fiesta patronal”.

barra de pintxos donostia

Barra de pintxos de la parte vieja

Museo San Telmo

Además de pintxos, en la parte vieja encontramos la iglesia gótica de San Vicente, que parece excavada en el monte Urgull; la basílica de Santa María, con portada churrigueresca del siglo XVIII; y el Museo de San Telmo, un hermoso convento de dominicos fundado en la primera mitad del siglo XVI por el secretario de Carlos V, don Alonso de Idiáquez.

El Museo de San Telmo es un lugar que no puedes perderte. Su delicioso claustro renacentista hospeda estelas funerarias de gran antigüedad, de las que tanto han influido en la escultura de Oteiza. Y la iglesia está decorada con frescos de José María Sert, ochocientos metros cuadrados de pescadores, armadores navegantes, ferrones y comerciantes, un canto titánico al pueblo vasco, a sus historias y leyendas.

Lienzos de Sert Museo de San Telmo

Lienzos de Sert en el Museo de San Telmo

Boulevard

Y llegamos al Boulevard, que marca el final del casco viejo y el inicio del ensanche, de calles majestuosas y bellos edificios decimonónicos. Dice García de Cortázar que nunca se ha sentido tan cerca de París, lejos de París, como en esta parte de San Sebastián. Y sin duda, representa uno de los toques afrancesados de la ciudad. Su joya más encantadora, el proporcionado y gracioso quiosco modernista.

Y ya que hablamos de recuerdos parisienses, hay que mencionar el Teatro Victoria Eugenia, edificio elegantísimo y tan francés que parece directamente trasplantado de las orillas del sena a la del Urumea. Junto al Hotel María Cristina ( ambos son de la misma época), constituye lo más distinguido arquitectónicamente de la ciudad.

Boulevard y quiosco modernista Donostia

Quiosco modernista del Boulevard

Puente María Cristina

¿Y qué decir de los puentes que atraviesan el Urumea? Savater les dedica todo un capítulo en su guía de la ciudad. Y en verdad, son otro de los rasgos distintivos de San Sebastián. Escribe Savater:

“De los tres puentes que cruzan nuestro río Urumea, el más antiguo es el de Santa Catalina, que prolonga la Avenida de la Libertad camino de Gros. Pero los dos más hermosos, para mi gusto, son los que lo flanquean río abajo y río arriba”.

Estoy de acuerdo. El puente de La Zurriola y el de María Cristina son dos puentes encantadores. El primero, con el Kursaal al fondo. El segundo, con una visión memorable a los hermosos edificios y el arbolado melancólico de los paseos de los Fueros y de Francia. Otro pedacito de París.

maria kristina zubia donostia

Puente María Cristina  –  Fotografía: Josu Goñi Etxabe

El Kursaal

El Kursaal puede discutirse por su emplazamiento (tapa, como un muro ciego, el mar y la playa de La Zurriola), pero nunca por su arquitectura. La fachada de cristal rugoso de esta inteligente  obra de Rafael Moneo imita al mar y refleja la atmósfera cambiante del golfo de Vizcaya. Más aún. Escribe Manuel de Lope:

“Hay muchas maneras de dominar el entorno. El Kursaal es tan ajeno al suyo como un bloque de hielo caído del espacio que, sin embargo, entra en resonancia con los elementos primarios del paisaje.  Su contacto con el mar y el cielo deja de ser un reflejo para convertirse en una apropiación”.

El Kursaal es, además, uno de los escenarios del Festival de Jazz, el otro plato fuerte de los acontecimientos culturales que acoge San Sebastián.

Playa de la Zurriola y el Kursaal Donostia

Playa de la Zurriola y el Kursaal

Paseo nuevo

Otro paseo inexcusable. Muy paisajístico, poseído por el horizonte azul del mar y la verticalidad rocosa contra la que impactan las olas, rodea el monte Urgull y concluye en la Construcción Vacía de Oteiza, donde también se disfruta de una precio vista de San Sebastián y su bahía.

Paseo Nuevo Donostia

Paseo Nuevo

Monte Urgull

Y para terminar, nada mejor que subir al monte Urgull, un cuidado parque que ayuda a entender la historia de la ciudad a partir de los restos supervivientes de la fortaleza militar o del melancólico cementerio de los ingleses muertos en 1813, durante el asedio de las tropas napoleónicas, quizá el rincón más romántico de San Sebastián  Y claro, desde allí, otra maravillosa panorámica de la ciudad.

Cementerio de los ingleses donostia

Cementerio de los Ingleses

Esta es mi propuesta, pero si hay una ciudad en el País Vasco que permite ser degustada a la carta, esa es San Sebastián.

CHILLIDA LEKU

Y para terminar una visita muy recomendable de la que, sorprendentemente,  prescinde muchas gente:  Chillida Leku, a menos de siete kilómetros de San Sebastián. Su página oficial dice que es “un museo único, confeccionado en sí mismo como una gran obra de arte”. Estoy de acuerdo, pero sólo en parte, porque es mucho más que un museo, es el sueño de toda una vida, un espacio mágico, un lugar donde la naturaleza y el arte se combinan creando una suerte de hechizo que arrebata al visitante.

Jardín Chillida Leku

Jardín Chillida Leku – Fotografía: Alicia Marín

PASAJES DE SAN JUAN (PASAI DONIBANE)

También a muy poquitos kilómetros de San Sebastián encontramos otra visita imprescindible: Pasajes de San Juan. Dice Manuel de Lope que sólo caben palabras de elogio a su bien conservado sabor marinero. Es verdad. Victor Hugo se enamoró de este diminuto pueblo guipuzcoano a primera vista y no se cansó de recorrer su única calle de fachadas coloristas durante las mañanas de la semana que pasó en él el año 1843. Escribió simplemente: “un pequeño edén resplandeciente que sería admirado si estuviera en Suiza y célebre si estuviera en Italia”.

Creo que no hace falta decir más, porque el tiempo no ha modificado el lugar. La calle que junta la montaña con el mar y su hilera de casas sigue ahí. Y también sigue ahí la deliciosa bahía.

pasaia gipuzkoa

Pasaia – Fotografía: Alfonso Ambrós

DONDE  COMER EN SAN SEBASTIÁN 

La gastronomía es una clara seña de identidad del País Vasco. No en vano, es uno de los paraísos gastronómicos de España. Y San Sebastián uno de sus templos. Aquí os dejamos los mejores bares de pintos de la parte vieja y también qué pedir en cada uno de ellos:

Hamburguesas y bocatas:

  • Juantxo: bocata de tortilla de patata, de calamares…
  • Va Bene: hamburguesas.

Foto Portada: Alokayak

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